Pixel flaca

<> <<

Nancy Burson

Human Race Machine

Somos seres humanos y parece que estamos destinados a una permanente búsqueda por nuestra identidad.  Nos reconocemos, nos dividimos y nos agrupamos, nos gusta pensar que somos seres únicos, irrepetibles y superiores. Nos dividimos de infinitas maneras, por ideologías, por generaciones, por creencias, por razas, por clases sociales, por estilos de vida, por equipos deportivos, por tendencias sexuales, por nacionalidades o regionalismos, por nuestro nivel intelectual, por casi todo lo que se pueda pensar o ver, formamos clanes con otros seres cuyas características únicas se asemejen a las propias, y nos definimos.

Estas definiciones son sagradas, se convierten en la esencia de cada ser humano sobre la tierra, y somos capaces de defenderlas de cualquier costo. La forma más fácil de reconocer a un individuo único como tu, es visualmente,  antes de que desarrolles una identidad nacionalista, o comiences a creer en una religión o a seguir un equipo de futbol que nunca gana, antes de que siquiera nacieras ya estabas destinado con seguridad a una sola cosa, a tu raza. Esta es la forma de identidad primaria, la que define cualquier característica única que se adquiera con el pasar de la vida, la que definió con anterioridad muchas de las características únicas del ser humano,  los niveles sociales, las afinidades intelectuales, las afinidades culturales, entre otras fueron asignadas en sus diferentes valores a cada raza en especifico. Es decir el trabajo de definirse como un ser único y agruparse en clanes de seres únicos, ya esta en gran parte predeterminado por el azar.

Así funciona, pero quizás no sea la forma mas justa, sobre todo cuando el azar define no solo las características únicas del individuo, si no cuando los efectos prácticos de estas divisiones suelen ser tan dramáticos; segregación, violencia, pobreza, estigmatización, injusticia, intolerancia.  

La obra de Nancy Burson, juega con todas estas configuraciones, la desconfigura y las vuelve ha  organizar. Es un reto a lo más sagrado del ser humano, es un enfrentamiento con el otro, es jugar a ser el otro, ha poner en evidencia lo azaroso del proceso y lo ridículamente inestable que puede llegar a ser.

En la obra  Human Race Machine, Burson le pide al espectador deshacer su identidad, poniéndolo en una situación donde su característica primaria, va a mutar y se va a ver así mismo personificando otras razas y por ende configurando otras identidades.

Cuanto más podamos entender a los otros, más fácil será que estemos unidos.  

Nancy Burson

La obra funciona mediante un software creado por David Kramlich, que permite al espectador visualizarse a si mismo en seis razas diferentes: asiático, negro, latino, indio, blanco y medio oriente.  

La idea general de la obra es poner a los individuos en las pieles del otro para reconocernos a nosotros mismos como parte de un todo, como resultados de un proceso que tiene una misma mecánica biológica, nos invita a recordar nuestras raíces primarias verdaderas en donde venimos todos de un mismo punto  y reconocer el sistema organizativo de la raza humana como algo azaroso y sin sentido.

Otro punto a tener en cuenta dentro de la obra de Burson, es el carácter mediático masivo, que pone a veces en duda el carácter artístico de la obra, apreciación sin sentido a mi parecer,  siendo la obra de Burson un acto humanista como lo es, es necesario la difusión masiva del mensaje, es este punto el que da sentido a la obra, la invitación es ha desconfigurarnos masivamente y reorganizar por completo las identidades del ser humano, la obra de Burson es una utopia en el sentido positivo de la palabra.  

No queda mas que enfrentarnos a nosotros mismos frente a la Maquina de Burson para ver que sentido practico podemos alcanzar con ella.